INGREDIENTES:

  • Un conejo troceado
  • 6-8 dientes de ajo
  • Sal
  • Dos cucharadas de pimentón dulce
  • Unas ramas de tomillo fresco
  • Óregano
  • Una guindilla cayena
  • 100 ml de vinagre
  • 250 ml de vino blanco
  • Dos hojas de laurel
  • Aceite de oliva virgen extra

1

Ponemos en un mortero los ajos pelados con un poco de sal y los machacamos. Añadimos el pimentón, el tomillo, el óregano, la guindilla y un poco de aceite y seguimos mezclando. Finalmente echamos el vinagre y el vino.

2

Disponemos el conejo en un recipiente y cubrimos con el adobo que hemos preparado y el laurel. Removemos bien para que se impregnen todos los trozos. Cubrimos con film y metemos en la nevera, donde lo tendremos un mínimo de 4 horas y mejor de un día para otro.

3

Escurrimos los trozos de conejo, reservando el adobo sobrante. En una sartén con un poco de aceite vamos friendo los trozos de conejo hasta que estén bien dorados. Si tenemos el hígado y los riñones los salteamos ligeramente y reservamos.

4

Disponemos el conejo en una cazuela baja lo suficientemente grande para que quede todo en una sola capa. Por otro lado trituramos el hígado y los riñones que teníamos reservados junto con el adobo sobrante y echamos todo sobre el conejo. Ponemos al fuego echando un chorro generoso de aceite sobre la carne y dejamos hacer entre 45 minutos y una hora a fuego medio, hasta que esté tierno. Si fuera necesario añadiríamos un poco de agua.

Servir caliente. Un buen acompañamiento serían unas papas arrugadas con mojo verde.

CONEJO EN SALMOREJO Carnes cocina viajera recetas