INGREDIENTES:

  • 350 gr de harina
  • 140 gr de azúcar blanquilla
  • 150 gr de azúcar moreno
  • 125 gr de mantequilla
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 huevo grande
  • 1 cucharadita de bicarbonato (o una cucharada de postre de impulsor químico)
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 150 gr de chocolate troceado o pepitas de chocolate

1

Ponemos en un bol grande los dos tipos de azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclamos con varilla eléctrica durante unos cinco minutos, hasta conseguir una crema. Añadimos el huevo y mezclamos hasta integrar perfectamente.

2

Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la sal y lo añadimos a la crema anterior, mezclando bien con una cuchara o espátula. Echamos la vainilla y el chocolate y mezclamos hasta que éste se reparta bien por toda la mezcla.

3

Metemos la masa en el frigorífico durante un par de horas por lo menos. Si podemos hacer la masa un día y hornear al siguiente, mucho mejor, porque los sabores se intensifican. Calentamos el horno a 180º. Sacamos la masa  y con ayuda de una cuchara cogemos porciones con las que hacemos  bolas de unos 4 cm de diámetro que iremos disponiendo sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado. Tenemos que dejar bastante separación entre ellas para evitar que se peguen.

4

Horneamos durante 12 minutos aproximadamente, hasta que tengan un ligero color dorado. Cuidado al sacarlas porque están un poco blandas. Mientras horneamos cada tanda reservamos el resto de la masa en el frigorífico.

Se conservan en una lata o tapadas con un plástico, teniendo en cuenta que en este caso tendrán una consistencia más blanda.

Teresa Hidalgo Gutiérrez

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