INGREDIENTES:

  • 525 gr de harina de fuerza
  • 170 gr de leche
  • 120 gr de mantequilla
  • 4 huevos
  • 35 gr de levadura fresca
  • 65 gr de azúcar
  • 10 gr de sal

1

En un bol grande echamos la leche, el azúcar y la mantequilla a temperatura ambiente. Mezclamos estos ingredientes con varillas durante unos minutos.  

2

Añadimos la levadura desmigada y los huevos y seguimos batiendo. Incorporamos la mitad de la harina y mezclamos.

3

Ahora empezamos a mezclar con las manos. Añadimos la sal y el resto de la harina y echamos sobre la encimera, donde comenzamos a amasar. En unos 10-15 minutos la masa se volverá elástica. Introducimos en un bol y dejamos reposar tapada durante una hora.  

4

Sacamos del bol y hacemos un cilindro con la masa, de la que iremos cogiendo porciones de unos 35-40 gr, con las que formaremos bolas que iremos colocando en una bandeja de horno con papel. Dejamos algo de separación entre ellas. Cubrimos con un paño y dejamos reposar durante una hora en un lugar templado.

5

Precalentamos el horno a 250º. Mientras tanto batimos un huevo y pincelamos los bollos con él. Introducimos la bandeja en el horno, bajando la temperatura a 220º. Horneamos unos 5 minutos. Pasado ese tiempo abrimos el horno y con cuidado les damos la vuelta y dejamos hacer un minuto más.
Ponemos a enfriar sobre una rejilla.

Seguramente tendremos que hacer un par de tandas. En ese caso, al sacar la primera volvemos a subir la temperatura a 250º y de nuevo bajamos a 220º al meter la segunda tanda.

Con estas medidas salen unas 30 piezas. En caso de no consumirse todas se pueden congelar una vez frías metidas en una bolsa o en plástico transparente. Cuando se vayan a utilizar basta con dejar descongelar.

Teresa Hidalgo Gutiérrez

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